El siglo XIX termina con una grave crisis, con el fin del imperio colonial español. En 1895 se produce el levantamiento de Cuba y un año más tarde el de Filipinas; que eran sus últimas colonias.
España, aunque reacciona antes las revueltas, sufre una derrota total y en 1898 se ve obligada a firmar el Tratado de Paz en París en el que se firmó la independencia de Cuba y Estados Unidos consiguió el poder de Filipinas y Puerto Rico.
En el fin del imperio le sumamos los problemas políticos, basado en el turnismo (basado en los “pucherazos” en las elecciones que se alternaban en el poder los conservadores y los progresistas), para dar solución a estos problemas un grupo de intelectuales (los regeneracionistas), como por ejemplo:
- Joaquín Costa: que explicaba que el gran problema de España era la falta de un buen sistema educativo y en la pobreza.
- Francisco Giner de lo Ríos: impulsor de la Institución Libre de Enseñanza (ILE).
- Ángel Ganivet: escritor granadino cuya obra más importante es Idearium Español (1899), donde hace una interpretación histórica de España y el bosquejo de un análisis sobre las causas de su decadencia.
Con toda esta situación crítica aparecen dos movimientos, cuyo objetivo era salvar a España:
- La Generación del 98, escritores que sentían España y que tenían una postura ética.
- Los Modernistas, que se refugiaban en el arte, la belleza,… con una postura estética.